Cerca del 40% de la población ronca y el 20% tiene apneas. El ronquido se produce porque, mientras dormimos, los músculos que se ocupan de mantener permeable la vía respiratoria se relajan y se dificulta el paso del aire.
El ronquido es un síntoma de que puede existir apnea obstructiva del sueño, un trastorno del sueño que provoca la interrupción de la respiración. Esta interrupción provoca una falta de oxígeno que hace que el cerebro se vea alertado y nos despertemos varias veces durante la noche.
Esta deficiencia puntual de oxígeno, unido a la falta de sueño, puede provocar somnolencia, cansancio, jaquecas, etc. La apnea del sueño es una enfermedad frecuente, pero infradiagnosticada. Si roncas frecuentemente y tienes algunos de los síntomas mencionados, es recomendable que acudas a una Unidad del Sueño para recibir un diagnóstico preciso.