Cuando un tratamiento de ortodoncia termina, comienza una nueva fase: la de retención. Su objetivo es mantener la posición dental que se ha conseguido tras el tratamiento para que la sonrisa del paciente se mantenga alineada.
Esta etapa es muy importante dentro del tratamiento porque, de forma natural, los dientes tienen memoria y tienden a volver a su posición inicial. Por ello, desde Nuño Gil, Clínica Dental en Burgos, recomendamos utilizar de manera correcta y constante el retenedor de ortodoncia para que la sonrisa de nuestros pacientes se mantenga alineada y sana.
¿Qué tipo de retenedor de ortodoncia es el más adecuado para tu caso?
Existen dos tipos de retenedor de ortodoncia: el fijo y el removible. La elección de uno u otro dependerá de dos factores clave: las indicaciones que marque el ortodoncista tras evaluar tu sonrisa y tus gustos. De esta manera el proceso se completará favorablemente y, además, será cómodo para ti.
Retenedor de ortodoncia fijo
Este tipo de retenedor de ortodoncia es imperceptible al sonreír debido a que se coloca en la parte interna de los dientes. Es un alambre fino que se cementa de canino a canino, o de colmillo a colmillo, y que ejerce una ligera fuerza que hace que se mantengan los dientes en su posición correcta.
Retenedor de ortodoncia removible
El segundo tipo de retenedor de ortodoncia es muy similar a un alineador de ortodoncia invisible. Se escanean las arcadas dentarias para fabricar unas férulas removibles a medida que encajen en la sonrisa y que ayuden a que los dientes no vuelvan a su posición inicial.
Estas férulas deben llevarse el tiempo que estipule el ortodoncista. Es un sistema cómodo, que no se nota al sonreír debido a su invisibilidad, pero que requiere de la colaboración del paciente para que la retención se realice correctamente.
¿Duele llevar un retenedor de ortodoncia?
Pese a que el retenedor de ortodoncia ejerza una ligera fuerza sobre los dientes para que no se muevan de su posición, esta fuerza es mínima, por lo que no se nota la presión y no produce dolor.
La fase de adaptación a los retenedores es corta y sencilla. Los fijos son imperceptibles, al ser solo un alambre cementado en la cara interna del diente no causa la aparición de llagas o heridas y, por otro lado, los removibles se adaptan tan bien a la sonrisa que su presencia casi no se aprecia.
Desde Clínica Dental Nuño Gil insistimos en la importancia de la colocación de un retenedor de ortodoncia tras el tratamiento. Cuando esto no ocurre, la probabilidad de necesitar un retratamiento de ortodoncia aumenta, alargando el proceso.
Consulta con nuestros expertos ortodoncistas todas tus dudas. Estamos en Burgos para ayudarte y conseguir que tu sonrisa se mantenga armónica tras tu tratamiento. ¡Pide cita!