Aunque es de conocimiento común los efectos negativos del tabaco respecto en la salud bucodental, muchos pacientes fumadores se sorprenden cuando nuestros dentistas en Burgos les advierten del verdadero daño que les está causando este hábito.
En este artículo te contamos cómo el humo del tabaco daña tus dientes, encías, lengua y cavidad oral antes de seguir su camino hacia los pulmones.
Así afecta el tabaco a tu salud bucodental
En Clínica Dental Nuño Gil tratamos casos a diario de diagnóstico agravado por el consumo de tabaco. Se trata de una sustancia nociva para el total de los tejidos de tu boca.
- Desarrollo de halitosis: el tabaco es una de las principales causas de halitosis grave.
- Invisibiliza los síntomas de la gingivitis. El tabaco reduce el oxígeno que reciben las encías bloqueando así el sangrado, primer síntoma de enfermedad del periodonto (gingivitis y periodontitis).
- Es el principal causante de fracaso en la cicatrización de tratamientos dentales, como el tratamiento con implantes dentales.
- Aumenta exponencialmente el riesgo de sufrir cáncer oral.
- Provoca melanosis (aparición de manchas oscuras en las encías) y manchas de tonalidades amarillas en el esmalte ensuciando la estética de la sonrisa.
- Reseca las mucosas de la boca, afectando a la salivación. Esto puede desatar la proliferación de caries.
Fumar durante muchos años lleva al paciente a normalizar los signos de los problemas bucodentales que desarrollan paulatinamente. No detectar a tiempo algunas afecciones bucales puede agravar el futuro diagnóstico de forma decisiva. Es esta la razón por la que los fumadores deben plantearse seriamente ponerse en manos de especialistas para eliminar el tabaco de su día a día y acudir con asiduidad a revisiones profesionales para que un dentista verifique el estado de su boca.
Si eres fumador, no tienes por qué afrontar el reto de dejar de fumar solo
Dejar de fumar no es sencillo, puede conllevar un esfuerzo psicológico elevado y se debe abordar de una forma profesional.
- Lo mejor es que dejes de fumar cuando tu vida se encuentre en un momento de estabilidad, ya que te resultará más sencillo centrar toda tu energía en este cambio
- No se debe dejar de fumar poco a poco, debes dejarlo de golpe. El síndrome de abstinencia tiene sus picos en los primeros días de renuncia al consumo de tabaco. Si tu cuerpo sigue recibiendo las sustancias en días salteados se complicará el proceso.
- Planea cómo reaccionarás cuando te vuelva a apetecer fumar. Adelántate a esa abstinencia y serás tu mejor aliado en este proceso.
- Pide ayuda a familiares o amigos para que estén a tu lado en este camino y te recuerden tu valía para poder controlar tu comportamiento.